divendres, de febrer 08, 2013

Los días de antes

El día antes de que te fueras yo hablaba de feminismo. De tetas y coños, de Girls to the front, ese tipo de cosas que ni me van ni me vienen. Aguanté la conversación que no me importaba y me fui a dormir a la misma hora de siempre. Por la noche no soñé contigo, ni tuve ningún tipo de premonición extraña por la mañana. Después ya vino la llamada, llorar sola de camino al trabajo y el resto de mi vida. A veces me entristezco porque creo que te merecías un mejor último día en mi cabeza. Y porque al irte me di cuenta de que la muerte no tiene nada de místico, al menos en los que no nos morimos. No hay señales ni conexiones. No hay nada en los días de antes. Desde entonces, procuro crear días de antes preciosos para aquellos momentos que creo últimos. El día anterior a mis veinticinco. El día de antes que Laia se marchara (aunque algún día tendrá que volver). El día de antes de la última cena todos juntos, antes del éxodo universal. El día antes a su último mensaje, a la última llamada, al último beso de los que me quisieron desde entonces. El día anterior al día en que, quien se reflejaba en el espejo, todavía era yo.